INGREDIENTES:
1 Pato cortado a octavos
3 naranjas
50 gr. de tocino entreverado
1 copita de coñac
1 cebollita
50 gr.de mantequilla
1/2 vaso de aceite
caldo (yo siempre guardo un potecito de caldo en el congelador y lo voy usando y reponiendo)
una hoja de laurel
sal
pimienta
PREPARACION:
Limpiad el pato, esa tarea es entretenida porque cuesta mucho acabar de sacarle las plumas que quedan, pero bueno, con paciencia, pasándolo por la llama y bajo el agua, va quedando limpio.
Se pone al fuego una cazuela con la mantequilla, el aceite, el tocino y la cebolla bien picados. Cuando están dorados se une el hígado del pato, hay que chafarlo bien con un tenedor para reducirlo a una pasta. Yo lo pasé por la cazuela y lo aparte un momento para chafarlo en un plato, luego lo volví a meter y lo mezclé bien, me fue más cómodo chafarlo así.
A continuación se pone en la cazuela el pato, se deja que tome color dándole la vuelta a cada trozo y cuando ya lo veáis doradito se salpimenta y luego se rocía con el coñac. En cuanto éste se ha evaporado, se moja con el zumo de una naranja (como no eran muy grandes puse el zumo de 2). Se deja cocer durante veinte minutos más o menos. Sobre el pato, se vierte el caldo y se añade el laurel, que quede casi cubierto y se deja cocer a fuego moderado 1 horita. Se aparta el pato del fuego y se guarda en lugar caliente, podéis pasar el jugo de la cocción por el chino (yo lo dejé tal cual). Se deja el jugo en la cazuela y se añaden las otras naranjas, cortadas a rodajitas y, durante unos 5 min., se deja que tomen sabor. En una fuente de servicio, se pone el pato cubierto con las rodajas de naranja y se rocía con el jugo. Se sirve y... ¡A DISFRUTAR!
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