CREMA DE VERDURAS

¡Viernes!

Os voy a dar la receta SUPER FACIL de la crema de verduras. Básicamente, y siguiendo la publicación de los alimentos de temporada, podéis usar las verduras que están en su mejor momento. Os pongo una foto de las que yo usé en esta ocasión porque eran las que tenia esa semana pero, repito, para una buena crema de verduras hay mil y una combinaciones. Incluso la podéis hacer de una cosa en concreto: crema de calabaza, crema de calabacín, de cebolla... 

Cuando mi niña tenia 2 añitos

¿cuál era la crema que más le gustaba? Lo descubrí por casualidad un día que le había preparado guisantes con patata y no le apetecían, se lo trituré con el pollo que tenía de segundo... ¡Mmm, vaya descubrimiento! A partir de ese día, muchísimas veces me pedía "esa crema tan buena que me preparas". Todavía se acuerda mi marido de cómo le gustaba la crema de guisantes a la peque. 

Si no les gusta la crema, tampoco pasa nada, a mi hijo mediano con dos añitos le daban arcadas y decidí que no valía la pena. Prefería tomarse la verdura entera o chafada pero nunca triturada, ni siquiera ahora. Y en cambio al mayor sí que le gusta, a veces incluso se toma medio vaso de crema antes del primer plato.

Bueno, ahí vamos:

No le puse patata porque la quería ligera

Para estas verduras yo usé 4 vasos de agua. Ponéis la olla al fuego y mientras empieza a hervir limpiais la verdura. Yo suelo quitarle la piel al calabacín porque no me gusta que queden puntitos (aunque la triture) pero la podéis dejar. La calabaza: la puse toda menos un cuarto que dejé para hacer al cabo de unos dias una crema solo de calabaza. 

Troceo toda la verdura y la pongo en el agua hirviendo, echo un chorrito de aceite y voy vigilando que no se quede sin agua. Cuando ya está toda blanda apago el fuego, añado un par de quesitos de dieta, sal opcional y la trituro, que quede bien fina. La cantidad de agua que haya es la que decidirá si queda más líquida o más espesa, eso ya va al gusto de cada uno pero eso sí, para añadir agua hacedlo mientras aún está en el fuego y la dejáis hervir un poquito con la verdura, para que quede gustosa y no aguada.

Cuando la sirvo en los platos, espolvoreo por encima un poco de pimienta molida y pongo una lámina de quesito.

Si sobra, me la tomo yo en un vaso en esos momentos en que me comería lo que fuera.

¡Espero que os guste! Y me encantará que me comentéis